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As
El amor mío es como el mar profundo
y lleno de ternura, pero como el mar
mi furor son olas de desprecio cuando
el amor muere dentro de mi—
Las lagrimas que lloro se convierten en
ríos pero no de aguas vivas, sino negras
como el espíritu de la oscuridad cuando
mi confianza asido destrozada—
El calor de mi corazón al abrazarme se
siente como un hogar lleno de alegría y
humildad, pero también como las llamas
del infierno queman al despreciar todo lo
que yo a dado.
No soy títere de nadie!
Y los cuales jueguen con mis sentimientos
sentirán el ardor de mis enojos y como las
garras de un águila les sacare sus ojos,
dándole vuelta a la vista y les diga,
“Así se ven de estúpidos cuando decidieron
tomarme de menos.”
Si en un momento mi amor fuese
despreciado es porque el amor que doy y
enseño encela a los que no quieren amar o
respetar a los que pueden.
Dice el dicho. "Es mejor perdonar y no
olvidar,"
Cuando el amor muere dentro de mí, yo no
perdono y olvido la existencia de los impíos,
mi amistad es una bendición que muchos
desean tener pero a la vez me estoy dando
cuenta que varias sonrisas son caras
atizadoras que piensan que yo no tengo la as
en la manga de mi camisa.
Pendejo no soy!
Pero guardo mi respeto por lo pronto, porque
cuando pase el temblor es cuando yo derrame
mi castigo sobre los que no me fueron fiel,
“Hincados impíos y besen mis pies.”
Ahorra son míos…
