En la tierra del sol ardiente,
donde el río clama y grita,
los patriotas, con su valiente,
lucharon sin que el miedo imita,
su coraje es un torrente,
en la historia su voz se agita.
Con su sangre escribieron el canto,
de un pueblo que nunca se rinde,
su legado, fuego y quebranto,
la libertad siempre se expande.
En los campos de la memoria,
sus ecos resuenan sin par,
cada héroe forjó la historia,
con sudor y con su pesar.
Por sus manos brota la gloria,
en su esencia, la verdad,
honramos hoy su victoria,
fuerza pura de humanidad,
su lucha es nuestra trayectoria,
y su amor, nuestra eternidad.
Rolando Matias