En la brisa suave de la tarde,
mi voz se alza como un eco profundo,
mujer de sueños, de pasiones y anhelos,
con el alma en llamas, rompiendo el mundo.
Soy río que fluye, libre y sincero,
en busca de mares donde perderme,
mis palabras son flores que brotan,
en la tierra fértil de un amor que muerde.
Bajo el manto estrellado de la noche,
mis pensamientos danzan como luces,
y en cada susurro, en cada latido,
se esconde la fuerza que nunca me induce.
Que el tiempo no apague mi esencia,
ni las sombras callen mi canto,
soy mujer, soy vida, soy lucha,
y en cada verso, dejo mi llanto.
Julia de Burgos, hermana del viento,
con tu pluma trazaste caminos,
hoy sigo tu huella, fuerte y valiente,
en la búsqueda eterna de mis destinos.
Rolando Matias