En la isla del encanto
se escucha el son de la bomba
y el tambor de la plena
que nos mueve el alma entera.
El guiro raspa la cintura
y la maraca suena fuerte
los pies bailan al compás
y el corazón late más.
En el barrio de Loíza
la tradición se respira
y en la plaza de San Juan
la bomba y la plena son ley.
Juan Boria fue su poeta
y su voz nos llega al alma
con sus versos de pasión
y su amor por la tradición.
Así seguimos cantando
y bailando con fervor
la música de nuestra tierra
que nos llena de sabor.
Que viva la bomba y la plena
y la cultura puertorriqueña
que nos hace sentir orgullosos
de ser parte de esta hermosa isla.
©Rolando Matias