Cuando pedي que te fueras, regresaste
y aْn asي, decidي separarme.
Cuando rogué te marcharas, volviste
diciendo que tu vida era mلs triste.
Cuando te desprecié, suplicaste
para entender, si para volver, ya era tarde.
Cuando te ignoré, comprendiste
que conmigo la felicidad no existe.
Cuando al fin te alejé supe, cruelmente
que mi corazَn querيa perderte
pues me hacيa daٌo tenerte.
Ya el daٌo era permanente.