No entiendo por qué a veces le huimos al destino
si se posa muchas veces frente a nosotros;
lo miramos, le hablamos...y lo seguimos
no le damos tiempo para que nos mire un poco.
No sé por qué muchas veces le huimos a la vida
y la vida, impacientemente, nos sigue buscando.
Quiere que le demos una oportunidad a manos tendidas
y nos ruega para que nos quedemos a su lado.
Vivimos sin vivir...ese es nuestro problema
problema que no tendrل nunca soluciَn
pues no existe una pregunta cierta
todas las inventa el corazَn.