Es verdad, secundo tu acierto:
no te recuerdo.
Fuiste en mi vida el primero,
la pasiَn que me consumيa
el pan de cada dيa...
pero secundo tu acierto:
No te recuerdo.
Eras el dueٌo de mis sueٌos
el pensar de cada momento
un vivir sin sufrimiento...
pero secundo tu acierto:
no te recuerdo.
Eras la inspiraciَn para mi poesيa
el causante de mis fantasيas
el fuego que en mي ardيa...
pero secundo tu acierto:
no te recuerdo.
No recuerdo nuestra partida
y el por qué de la repentina lejanيa.
No recuerdo el dolor que me consumيa
cuando me enteré que tenيas una nueva vida.
No recuerdo cuando me dijiste: “nos vemos
sé que por mي estلs sufriendo”.
No recuerdo si todo lo que vivي
fue real o un sueٌo
pero sَlo sé que ahora eres
tْ el que ignoras tu acierto,
pues ahora vives sَlo con mi recuerdo.