Miéntele al sol que cada maٌana te escucha
y dile que no son suficientes sus rayos de ternura.
Miéntele a la luna que te consiente
y dile que la noche oscurece su brillo ferviente.
Miéntele a las nubes que te arropan
y dile que te da frيo a cada hora.
Miéntele a las estrellas mudas
y diles que su parpadeo ya no te embruja.
Miéntele a Dios que hizo el universo
y dile que su creaciَn no hace ver a un ciego.
Miéntele a mi corazَn perpetuo
y dile que ya no son suficientes mis anhelos.
Puedes mentirle al sol, a la luna,
a tus nubes y estrellas;
puedes mentirle a Dios y a mi corazَn
ya que prefiero que estés en este mundo con la mentira
a que te ausentes de el por la verdad.