Un abril 27 estabamos tْ y yo discutiendo
y ponيas tu mano derecha sobre la biblia
jurando que lo que decيas era cierto,
pero te miré a los ojos
con un mirar intenso
de esos mirares que cubren la noche
con sَlo espiar el ensueٌo,
y tus ojos y los mيos se comieron por dentro
y tu faz y la mيa se acercaron contentos
porque, aunque estabas molesto
te traicionَ el amor
y el poder
de mi BESO.