Lلgrimas arrancadas de mis entraٌas
por tu recuerdo en la ausencia del olvido
y por el dulce dolor de haberte perdido
aunque una vez en mi vida te haya tenido.
Te dejé caer de mi corazَn al duro suelo del sufrimiento
y ahora pago la herida que hice en tus sentimientos,
porque uno nunca sabe lo que tiene
hasta que lo pierde.